Se trata de una propuesta que persigue "disminuir el abuso de alcohol y drogas de diseño entre los jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y los 30 años, favoreciendo así un estilo de vida más saludable".
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, afirmó ayer que hay una tendencia creciente al "policonsumo" de estupefacientes y que, dentro de este proceso, se observa un aumento del número de jóvenes que se pasan a la cocaína tras el consumo de pastillas.
Un total de 38 fallecimientos se produjeron directamente por las drogas de diseño que provocan a largo plazo un deterioro en el sistema locomotor y en la memoria.
Los jóvenes prefieren el alcohol, el tabaco y cada vez más, el cánnabis: son las tres drogas más consumidas por ellos. Tres de cada cuatro escolares han tomado alcohol alguna vez, y uno de cada tres fuma tabaco o cánnabis.
El concepto de droga limpia, su bajo precio y la asociación al ocio juvenil lo han alentado. Pero el éxtasis mata y antes de matar desencadena un cuadro de ansiedad, taquicardía, temblores o hipertermia de efectos imprevisibles.