Cada trabajador fumador cuesta una media de 2.000 euros a su empresa, de los que 1.500 euros corresponden a ausencias para fumar y 500 a bajas por enfermedad, según datos de la Asociación Nacional de Medicina del Trabajo en el Ámbito Sanitario.
Esta enfermedad afecta al 10,2% de la población española de entre 40 y 80 años, y se calcula que en la Comunidad de Madrid hay alrededor de 300.000 pacientes, de los cuales sólo estarían diagnosticados el 30%.
Si los pacientes no fumasen, sería una enfermedad prácticamente minoritaria. Los profesionales, responsables de concienciar sobre la importancia del aire limpio.
Según SEPAR, el abandono del tabaco es la intervención "más eficaz" para frenar el progreso de esta enfermedad, que, en un 40% de los pacientes, lleva asociado un cuadro de depresión.