Las madres que beben niveles de alcohol de moderados a altos durante el embarazo podrían estar cambiando el ADN de sus bebés, según un estudio dirigido por la Universidad de Rutgers (Estados Unidos), que se ha publicado en la revista 'Alcoholism: Clinical and Experimental Research'.
Un grupo de investigadores del Boston Medical Center (BMC), en Estados Unidos, ha demostrado que tomar naltrexona, un fármaco consumido para el tratamiento del trastorno por el uso de opioides, durante el embarazo favorece la prevención del síndrome de abstinencia neonatal (NOWS) en los bebés, reduciendo el tiempo de la estancia hospitalaria.
Un grupo de investigadores de University of Western Ontario (UWO) en Canadá han demostrado que sufrir depresión durante el embarazo impulsa el consumo de sustancias tóxicas, como cannabis, tabaco o alcohol, lo que puede suponer un factor de riesgo para desarrollar problemas de nacimiento.
La exposición a la marihuana podría ser capaz de desencadenar alteraciones morfológicas y de comportamiento similares a las observadas con el síndrome alcohólico fetal, ya sea sola o combinada con alcohol, según un estudio de la Sociedad de Teratología de Estados Unidos y publicado en la revista 'Birth Defects Research'.
La exposición a opioides en el útero se asocia con un mayor riesgo de resultados adversos a corto y largo plazo, incluidos el parto prematuro y trastornos del desarrollo neurológico y de la salud física en los niños, según un amplio estudio observacional que publica la revista 'JAMA Network Open'.
Los resultados preliminares de un gran estudio poblacional basado en la cohorte nacional de nacimientos de Dinamarca ha encontrado que el tabaquismo paterno antes de la concepción y durante el embarazo se asocia con menores concentraciones en el esperma de los hijos cuando sean adultos, independientemente del tabaquismo materno y otros factores como la edad, el consumo de alcohol o el IMC.
El consumo de alcohol durante el embarazo se ha relacionado con un crecimiento deficiente de la placenta, que causa afecciones como la restricción del crecimiento fetal y el bajo peso al nacer. Aunque la mayoría de las mujeres dejan de beber una vez que saben que están embarazadas, el efecto del alcohol durante las etapas iniciales del embarazo, incluso en el momento de la concepción, es menos conocido. Investigación publicada en la revista científica 'Development'.
El porcentaje de embarazadas fumadoras en España durante 2016 fue del 20,4 por ciento, frente al 14,3 por ciento registrado en 1980, y es superior en mujeres menores de 30 años (28,7%) que en las de 30 años o más (17,6%), según ha alertado el Instituto de Salud Carlos III a través de un estudio en más de 40.000 mujeres españolas.