Estos servicios adicionales podrían costarle a Estados Unidos cerca de 27 millones de dólares anuales, estimó el equipo del doctor Todd P. Levine, de la Brown University, en Providence, Rhode Island.
Aunque las campañas para evitar la drogadicción entre los jóvenes han tenido gran desarrollo, las dirigidas a los progenitores cuentan con escasa asistencia, muchas veces por falta de tiempo o de información. Los expertos ya están valorando nuevas estrategias para facilitar su participación.
El Gobierno quiere imponer una nueva asignatura obligatoria, denominada educación para la salud, que deberá impartirse de forma obligatoria a los alumnos de 12 y 13 años.
La educación, clave para evitar que haya nuevos drogadictos en España.
La organización quiere implicar a los padres y a la escuela en la prevención del consumo de drogas.