En un momento en que cada vez son más las muertes por sobredosis relacionadas con agonistas de los opiáceos increíblemente potentes, como el fentanilo y otras sustancias análogas, aumenta la presión para encontrar antídotos más eficaces.
La capacidad de ejercicio de los fumadores no solo se ve reducida por el daño pulmonar, sino por la reducción de la vasculatura que irriga los músculos del cuerpo. La identificación de los productos químicos responsables es un aspecto clave que debe ser evaluado en ulteriores investigaciones, indican los investigadores.
Se suma a la campaña 'El tabaco rompe corazones' para concienciar de las graves repercusiones cardiovasculares de su consumo. El acto central de la jornada estará presidido por la consejera de Sanidad, tendrá lugar en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria (UC) e incluirá la entrega de diplomas de la Red Cántabra de Centros Sanitarios Sin Humo.
La distribución por las empresas de los parches y chicles de nicotina o, incluso, de los cada vez más populares cigarrillos electrónicos no ayuda a que sus trabajadores dejen de fumar.
La investigación abre vías para generar estrategias de prevención, así como diseñar fármacos y terapias que mejoren la vida de las personas con esta enfermedad. El objetivo final es identificar la la existencia de cambios moleculares similares en personas que consumen cannabis para poder relacionarlos con el riesgo de desarrollo de psicosis o esquizofrenia y, por otro, generar nuevos fármacos que mejoren la sintomatología de los pacientes con esquizofrenia.
El fármaco más polémico de Almirall, el único del mercado que contiene extractos de cannabis, ya le supone a la farmacéutica catalana más ingresos que el medicamento más famoso del laboratorio de los hermanos Gallardo, el antiácido Almax.
El informe 'Global Statistics on Alcohol, Tobacco, and Illicit Drug Use: 2017 Status Report', con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), ha revelado que, solo en el año 2015, el consumo de alcohol y tabaco costó a la población humana más de 250 millones de años de vida, mientras que las drogas ilegales como la cocaína supusieron una pérdida de apenas unas decenas de millones.
"Podría ser una vía para personas que no quieran fumar o inyectar y prefieran optar por una vía alternativa, pero para aquellas personas que ya consumen es una vía de administración que no tiene mucho sentido"