Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest (Estados Unidos) han demostrado que incluso cantidades modestas de alcohol pueden acelerar la atrofia cerebral, que es la pérdida de células cerebrales, y aumentar el número de placas amiloides, que son la acumulación de proteínas tóxicas en la enfermedad de Alzheimer.
Un artículo publicado en ‘Adicciones’, la revista científica de SOCIDROGALCOHOL (con factor impacto de 2’021), destaca el deterioro cognitivo en la dependencia alcohólica.
Las personas que nunca han fumado tienen un 19 por ciento menos de riesgo de sufrir demencia comparados con los fumadores habituales, mientras que las personas que dejaron el hábito hace tiempo tienen un riesgo 14 por ciento menor, según ha concluido un estudio surcoreano publicado en 'Annals of Clinical and Translational Neurology'.
El Centro para la Adicción y la Salud Mental de Canadá han confirmado que el consumo de alcohol es el principal factor de riesgo prevenible para cualquier tipo de demencia, pero especialmente para aquella que aparece precozmente, según los resultados de un estudio publicado en la revista 'The Lancet Public Health' con más de un millón de adultos diagnosticados.
Un estudio que se publica este miércoles en 'American Journal of Geriatric Psychiatry' indica que los adultos en la mediana edad con un historial de problemas con el alcohol tienen más del doble de probabilidades de sufrir de deficiencia severa de la memoria más tarde en la vida.
Un estudio científico conjunto llevado a cabo en China, Reino Unido y EE.UU relaciona tabaquismo pasivo y demencia. China, con 350 millones de fumadores, es el país con mayor número de fumadores y también el país con mayor índice de demencias seniles.