Las autoridades sanitarias de Nueva Zelanda han introducido los cigarrillos electrónicos en un nuevo marco normativo que continúa regulando su uso y consumo, con el objetivo doble de, por un lado ponerlos a disposición de quienes quieran dejar de fumar y, por otro lado, prohibir su venta dirigida a los no fumadores, especialmente a los jóvenes.
Un nuevo estudio, publicado en 'Thorax', realizado por investigadores del King's College London (UK), asocia fumar con un mayor riesgo de síntomas de Covid-19, incluso con la posibilidad de que los fumadores tengan que acudir al hospital en mayor proporción que los no fuman.
Los residuos que quedan en el ambiente y en las superficies interiores debido al humo del tabaco también podría ser perjudiciales para la salud, según un estudio liderado por la Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona), que ha detectado niveles de cotinina cuantificables en la saliva de las personas expuestas a estos residuos.
Bajo las preguntas ¿Los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a las personas a dejar de fumar, y tienen algún efecto no deseado cuando se utilizan para este propósito?, Cochrane ha revisado la evidencia sobre los cigarrilos electrónicos con nicotina para dejar de fumar
Los encuestados afirman que es indispensable contar con todos los recursos posibles para conseguir mantener a los jóvenes lejos del tabaco y de cualquier producto que contenga nicotina
Los científicos del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Estados Unidos, creen que han encontrado un mejor uso de la tecnología móvil para ayudar a los fumadores adultos a dejar de fumar.
Un nuevo estudio realizado por investigadores en Finlandia ha demostrado que existe un vínculo entre el tabaquismo y la hemorragia subaracnoidea (HSA), un tipo de accidente cerebrovascular hemorrágico que ocurre debajo de la membrana que cubre el cerebro y que con frecuencia es fatal.