Un estudio australiano ha analizado el consumo de alcohol durante el confinamiento que se derivó de la pandemia de la COVID-19 a partir de las aguas residuales de cuatro plantas de tratamiento que dan cobertura a 1.1 millón de habitantes.
Es, más que nunca, tiempo de innovar, de fortalecer estrategias que mostraron su eficacia y ensayar metodologías novedosas que resulten viables en las condiciones actuales. Es tiempo de reinventar también la prevención.
En un comunicado publicado el 2 de setiembre, 18 organizaciones de reducción de riesgos y daños llaman a otras organizaciones a unirse y promover una reapertura responsable de la fiesta.
Azucena Martí Palacios, es licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia (1982) y especialista en Psicología Clínica (año 2007). Desde el 2003 prestó servicios como psicóloga clínica en la unidad de conductas adictivas de Vall d ́Uixó. Departamento de Salud, Hospital de la Plana. En 2015 fue nombrada Directora territorial de Sanidad en la provincia de Castellón. Desde 2018 es la Delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
El tabaquismo es un factor de riesgo para la progresión de la enfermedad y los fumadores tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar síntomas graves
Un estudio realizado por la Unidad del Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología (ICO)-Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), ha confirmado que el consumo de las pipas de agua, conocidas popularmente como 'cachimbas' o 'shishas', y la exposición pasiva a su humo son tan nocivas como el tabaco convencional.
El estudio realizado con el apoyo de cada uno de los capítulos nacionales de la International Society of Substance Use Professionals (ISSUP) en América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y México) consiste en un diseño multicéntrico de 52 centros de tratamiento.