Los niveles fluctuantes de estrógeno pueden hacer que el alcohol sea más gratificante para las mujeres, según una nueva investigación que publica la revista 'JNeurosci', de la Sociedad de Neurociencia americana.
Estudio científico mediante el que han evaluado la relación existente entre los daños sufridos en la infancia y la adolescencia y el consumo de alcohol y cannabis en esta misma etapa mediante una muestra de jóvenes que residen en hogares de acogimiento residencial terapéutico.
El profesor de Farmacología de la Universidad CEU San Pablo, Gonzalo Herradón, ha avisado de que el de que el estrés y la ansiedad al que se han sometido muchos ciudadanos por el confinamiento por el coronavirus ha aumentado el consumo de alcohol.
Beber alcohol durante el embarazo tiene como efecto un peor funcionamiento cognitivo en los niños, según la revisión más completa sobre el tema hasta la fecha. La investigación de la Universidad de Bristol, publicada en el 'International Journal of Epidemiology', ha revisado 23 estudios publicados sobre el tema y ha encontrado evidencia también de que beber durante el embarazo también podría reducir el peso al nacer.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) han demostrado en modelos animales que el consumo de alcohol está regulado por la actividad de un conjunto particular de neuronas en una región específica del cerebro, llamada núcleo central de la amígdala (CeA, por sus siglas en inglés).
El consumo de alcohol entre la juventud sigue siendo un problema frecuente que no ha variado con el paso de los años. Lo que sí ha cambiado ha sido el consumo de varias sustancias a la vez, el ‘policonsumo’, como forma de ocio.
Investigadores del Centro Médico de Boston y la Universidad de Boston (Estados Unidos) han demostrado que aplicar políticas contra el alcohol más restrictivas lleva a menores índices de mortalidad por cáncer. El consumo de alcohol se relaciona desde hace mucho tiempo con una serie de enfermedades. Por ejemplo, se sabe que es un factor de riesgo para desarrollar al menos siete tipos diferentes de cáncer.
Investigadores de la Universidad Estatal de Florida (Estados Unidos) han demostrado que la ketamina puede reducir el consumo de alcohol en ratas macho que anteriormente habían consumido grandes cantidades de alcohol, incluso cuando se les da acceso ilimitado a esta sustancia varias veces a la semana.