Si bien existe alguna evidencia de que beber con moderación podría prevenir ataques cardíacos, un estudio clínico aleatorizado y doble ciego sobre 100 pacientes cardíacos añade sombras de duda en el debate sobre el alcohol y las enfermedades cardíacas, según publican sus autores en el 'Journal of the American College of Cardiology: Clinical Electrophysiology'.
La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) recuerda que el alcohol es la droga que más conocemos y la más consumida. "Una gran parte de la población lo consume de forma habitual y para muchos jóvenes beber alcohol es una práctica fuertemente vinculada al ocio de fin de semana y a la socialización", alerta.
Un estudio liderado por el investigador del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Iñaki Galán, ha puesto de manifiesto que no hay evidencias de que el consumo de diferentes bebidas alcohólicas, como el vino, cerveza o los licores, tenga un efecto diferencial en la aparición y desarrollo de enfermedades cardiometabólicas, neurodegenerativas o cáncer.
Socidrogalcohol ha avisado, con motivo de la celebración de su 21ª edición de la 'Escuela de Otoño', de que las personas que consumen cualquier tipo de sustancia tienen un mayor riesgo de contraer un virus, incluido el coronavirus.
La Fundación Albores y Zero SAF han alertado de que el consumo de alcohol durante el embarazo provoca "consecuencias irreversibles" por el riesgo a que el feto sufra un trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF), informaron fuentes de la organización en un comunicado.
Un equipo de investigación de la Facultad de Farmacia de la Universitat de València (UV) ha demostrado que la presencia de dolor físico altera la respuesta del alcohol como refuerzo para evitar el sufrimiento. El estudio, publicado en la revista científica 'Pain', analiza cómo se modifican las señales neuroquímicas derivadas del alcohol en el núcleo accumbens del cerebro, responsable del placer, la recompensa y emociones como las adiciones y el miedo.
El consumo de más de la mitad de una bebida alcohólica estándar al día (equivalente a 7 gramos de alcohol puro) se asocia con un mayor riesgo de obesidad y síndrome metabólico tanto en hombres como en mujeres, y el riesgo aumenta en proporción con la ingesta de alcohol, según un estudio que involucra a casi 27 millones de adultos de 20 años o más de Corea del Sur, presentado en el Congreso Europeo e Internacional sobre Obesidad (ECOICO).
El consumo de alcohol a edades tempranas supone un importante problema de salud a nivel internacional y, a pesar de esto, son muchos los padres que continúan siendo el principal proveedor de alcohol a sus hijos adolescentes.