Las medidas de los gobiernos de todo el mundo para frenar la pandemia de Covid-19, basadas en el confinamiento de la población, han llevado a la interrupción generalizada de las rutas de tráfico de drogas ilegales, principalmente por aire y tierra...
Desde el inicio de la pandemia ha planeado la duda de cómo las medidas adoptadas por la crisis sanitaria afectarían al suministro y consumo de sustancias, así como los daños asociados.
Los resultados indican en primer lugar que las cargas de las diferentes drogas estimulantes detectadas en aguas residuales en 2019 han aumentado, en comparación con años anteriores.
La epidemiología basada en el análisis de sustancias psicoactivas en aguas residuales es un indicador adicional al del uso de drogas que está ganando confianza ultimamente para complementar el panel de indicadores establecido hasta la fecha.
El consumo de alcohol entre la juventud sigue siendo un problema frecuente que no ha variado con el paso de los años. Lo que sí ha cambiado ha sido el consumo de varias sustancias a la vez, el ‘policonsumo’, como forma de ocio.
Los ciudadanos europeos se gastan al menos 30.000 millones de euros al año en comprar drogas, un mercado que representa la mayor fuente de ingresos para el crimen organizado dentro de la Unión Europea, según un informe publicado este martes el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) y Europol.