En los hombres gais, el consumo de estas sustancias tiene, en su mayoría, una finalidad sexual. Estudio español –llevado a cabo de manera conjunta entre expertos sanitarios y profesionales del ámbito comunitario–, cuyos resultados han sido publicados el pasado mes de abril en la Revista Multidisciplinar del Sida de la Sociedad Española Interdisciplinaria sobre el Sida (SEISIDA).
Los hallazgos de un estudio realizado en Londres ponen de manifiesto la necesidad de abordar el ChemSex como un problema prioritario de salud pública. Los varones que consumieron metanfetamina tuvieron un riesgo estadísticamente elevado de experimentar, por ejemplo, 15 veces más probabilidades de ser hospitalizados, 13 veces más de afrontar consecuencias financieras vinculadas a su uso y siete veces más probabilidades de sufrir una sobredosis.
El Hospital Clínic de Barcelona ha puesto en marcha la primera unidad específica para pacientes de 'chemsex', sesiones de sexo bajo el efecto de las drogas, que suponen un 40% de los usuarios del servicio de control del VIH. La organización Stop Sida han hecho un estudio cualitativo a 26 hombres gays para hacer una radiografía de estos usuarios, que tienen entre 23 y 55 años y se definen como policotoxicómanos, y que en un 46% de los casos presentan una infección por VIH.
El Plan municipal de Adicciones 2017-2021 incorpora intervenciones específicas dirigidos a las adicciones comportamentales, a drogas emergentes (sustancias de nueva síntesis, novedad en los contextos de uso, las formas de consumo y las vías de distribución, donde Internet desempeña un papel importante) y a los consumidores de chemsex (uso de drogas psicoactivas para mantener relaciones sexuales).
El noveno Plan de Acción de Drogas de Barcelona incorpora por primera vez el riesgo de adicciones tecnológicas, como pueden ser el juego patológico o la dependencia excesiva de las pantallas, que según el ayuntamiento podría afectar alrededor del 3% de los chicos y chicas de la ciudad. Otras novedades previstas en el nuevo plan son más actuaciones para reducir el impacto del alcoholismo.
Hospitales y entidades de Barcelona ponen en marcha iniciativas para obtener información sobre esta práctica que aúna sexo y drogas en largas sesiones. Este artículo pone de relieve la mitologización de una práctica que, si bien existe y no es nueva, llega a parecer una tendencia o moda un tanto exagerada por la cantidad de historias e información basada más en los relatos de personas que conocen a otras personas que han estado en este tipo de fiestas, en lugar de tomar los datos más fiables posibles de estudios u otras fuentes de información.
Un estudio prospectivo realizado en EEUU y publicado recientemente en la revista AIDS sugiere que el uso diario o semanal de poppers durante años, una sustancia de uso sexual muy común entre los hombres gais y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH), podría relacionarse con un aumento del riesgo de padecer cánceres provocados por virus en hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) sin el VIH mayores de 50 años. Sin embargo, esta asociación, que afectaría a cánceres asociados a virus, no se observa en hombres gais y otros HSH con el VIH de la misma edad.