A las consecuencias clínicas de las fiestas que mezclan sexo y drogas (mayor riesgo de transmisión de VIH y otras ITS o graves efectos en la salud psíquica) se unen otras más invisibles enraizadas en un entramado de problemas emocionales, de aceptación y de autodestrucción
Los programas de prevención y reducción de riesgos y daños dirigidos a hombres gais, bisexuales y otros HSH deberían incorporar esta información con el objetivo de reducir la incidencia de infección y reinfección por el VHC en este colectivo
El ChemSex es el uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales por un período largo de tiempo. Este estudio buscó describir y comprender los usos, patrones, motivos, riesgos, cuidados y significados del consumo de drogas para tener sexo entre hombres gais, bisexuales y otros HSH de la ciudad de Barcelona.
Las estrategias de reducción de riesgos y daños asociados al chemsex son fundamentales para conseguir la microeliminación de la hepatitis C en esta población
Un estudio realizado en cuatro países europeos revela que el centro sanitario británico presenta una tasa mayor de uso de drogas inyectables y de sexo no consentido.
Una encuesta a 1.005 «swingers» publicada en la revista «Sexually Transmitted Infections» desvela que estos usan drogas recreativas (MDMA, éxtasis líquido o el gas de la risa) para prolongar la relación sexual, aumentar el placer, liberar la inhibición o intensificar las sensaciones.
Un equipo de investigadores españoles ha llevado a cabo un estudio –impulsado desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social- con el objeto de establecer la prevalencia de anticuerpos frente a la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) en la población general española, así como la prevalencia de infección activa por VHC y los factores asociados a dichas prevalencias.