Principales conclusiones de un estudio desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) en colaboración con el Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH-CSIC).
Un estudio publicado en "Nature Communications" afirma que la neutralización del factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) disminuye la necesidad de consumo de cocaína en ratones.
El consumo prolongado de alimentos altamente calóricos y apetitosos provoca cambios importantes en la funcionalidad del núcleo accumbens del cerebro, vinculado a adicciones, según un estudio liderado por científicos de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.
Los adolescentes adictos a los móviles e internet sufren un desequilibrio en los niveles de neurotransmisores implicados en la regulación de distintas funciones cerebrales.
La culpa es del cerebro. Según la ciencia ambas adicciones tienen mecanismos cerebrales comunes que aumentan el placer y por eso, se llevan tan bien juntos. Un estudio desarrollado por un grupo de investigadores del Colegio Baylor de Medicina en Houston, Texas, ha revelado que el tabaco y la nicotina aumentan el consumo de bebidas alcohólicas, en especial si se empieza a fumar desde la adolescencia.
La adicción a drogas, el juego o hasta el cigarrillo, causa cientos de cambios en la anatomía del cerebro, su química y la señalización de célula a célula, incluso en las brechas entre las neuronas llamadas sinapsis. El doctor Gabriel Persi, jefe del Área de Enfermedades Cerebrovasculares del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba), explicó a Infobae cómo opera la adicción en el cerebro de una persona, más allá de que sea una droga dura, blanda, el alcohol o el cigarrillo.
Un estudio de la Universidad de Finlandia Oriental y el Hospital de la Universidad de Kuopio halla más cambios en el cerebro en sujetos masculinos después de 10 años de consumo.
El consumo de alcohol, incluso a niveles moderados, se asocia con un mayor riesgo de resultados cerebrales adversos y un mayor declive en las habilidades cognitivas (mentales), según concluye un estudio publicado por 'The BMJ'. Se sabe que el consumo excesivo de alcohol está asociado con una mala salud del cerebro, pero pocos análisis han examinado los efectos del consumo moderado de alcohol en el cerebro y los resultados son inconsistentes.