La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) de Brasil aprobó el pasado martes la regulación de los productos derivados del cannabis aunque solamente para uso medicinal, que estarán sujetos a estrictas normas para su control.
El cannabis medicinal inhalado reduce la gravedad de los dolores de cabeza en un 47,3 por ciento y la de la migraña en un 49,6 por ciento, según un pequeño estudio dirigido por Carrie Cuttler, profesora asistente de Psicología de la Universidad del Estado de Washington (Estados Unidos).
Investigadores de la Universidad McMaster (EEUU) han descubierto en un estudio que el uso de cannabis como medicamento de reemplazo para personas con trastorno por consumo de opioides no funciona.
Dos fármacos a base de cannabis, recomendados para el tratamiento de epilepsia y esclerosis múltiple, han recibido por primera vez la aprobación para ser recetados a través de la Sanidad pública británica (NHS, por sus siglas en inglés).
El estudio científico más grande hasta la fecha ha concluido la no existencia suficiente de que el cannabis medicinal, tanto basado en cannabidiol (CBD) como en tetrahidrocannabinol (THC), alivie la depresión, los trastornos de ansiedad, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el síndrome de Tourette, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o la psicosis.
Los responsables de la regulación del cannabis medicinal en los principales países de Latinoamérica y el Caribe coincidieron en la necesidad de que la región homogeneice normas y regulaciones, durante una reunión celebrada en Toronto (Canadá).