Uno de cada cinco cánceres en personas con el VIH de EE UU se asociarían al tabaquismo. Vareniclina se revela como una opción segura y con cierta eficacia, aunque el apoyo de un buen terapeuta con experiencia tanto en la deshabituación como en el VIH parece esencial para el éxito de los programas de deshabituación tabáquica.
El consumo de tabaco es el principal responsable del cáncer de pulmón a nivel global pero casi la mitad de los casos detectados en España, un 44,6 por ciento, se dan en personas que en el momento del diagnóstico son ya exfumadores, según los primeros datos del Registro nacional de Tumores Torácicos presentados este jueves por el Grupo Español del Cáncer de Pulmón (GECP).
La deshabituación tabáquica supone unos beneficios muy notables sobre la esperanza de vida por lo que deberían promocionarse los programas para dejar de fumar en esta población. Entre las personas con el VIH, el consumo de tabaco es superior al de la población general. El equipo de investigadores estima que el impacto del consumo de tabaco sobre la causa de muerte se hará cada vez más patente a medida que esta población de personas con el VIH envejezca.
Científicos del Centro de Cáncer Johns Hopkins Kimmel, en Estados Unidos, tienen evidencia preliminar en las células humanas de las vías respiratorias desarrolladas en laboratorio de que una forma condensada de humo de cigarrillo desencadena los llamados cambios "epigenéticos" en las células consistentes con los primeros pasos hacia el desarrollo del cáncer de pulmón.
"No dejes que el tabaco entre en tu vida" es el consejo que más de cien adolescentes de toda España han dado a sus compañeros para que no se inicien en este hábito, más común entre las chicas que entre los chicos, lo que ha disparado en un 76 % los fallecimientos por cáncer de pulmón en mujeres en la última década.
El análisis del epitelio de las fosas nasales permite descartar el diagnóstico de un cáncer de pulmón en fumadores o ex fumadores sin tener que pasar por el quirófano para una biopsia. Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (EE.UU.).
Investigadores han encontrado pruebas preliminares de que el asesoramiento telefónico sobre el abandono del hábito de fumar dado a los fumadores poco después de someterse a una prueba de detección del cáncer de pulmón puede ayudar a las personas a dejar de fumar.