Aproximadamente uno de cada cinco adolescentes canadienses consume cannabis (19 por ciento de los canadienses de 15 a 19 años de edad), y su reciente legalización en todo el país garantiza una investigación sobre las consecuencias de este uso en el cerebro en desarrollo.
Investigadores Nuevos del Lawson Health Research Institute y de la Western University (Canadá) han descubierto por primera vez que el VIH puede transmitirse si se comparten los utensilios utilizados para preparar las drogas antes de inyectarse.
Un estudio desarrollado por la Universidad de British Columbia (UBC) y la Universidad de Calgary, ambas en Canadá, ha demostrado que un mensaje de reducción de los daños que puede producir la ingesta de determinadas sustancias tiene mejores consecuencias en la concienciación de los adolescentes y mejora sus relaciones con el entorno familiar.
Investigadores del New Brunswick Heart Centre (Canadá) han advertido de que, en un contexto de legalización del cannabis para uso médico, "no existe suficiente evidencia científica" acerca de los riesgos y beneficios de la marihuana, especialmente en pacientes con enfermedades cardiacas.
El fin de la prohibición divide a los médicos y preocupa a las asociaciones profesionales. La vía libre al consumo lúdico de marihuana ensancha el espacio para la investigación.
El país norteamericano se convierte en el primer país del G7 que liberaliza el uso de la marihuana e inaugura una industria con dividendos multimillonarios.
La reciente legalización del cannabis en Canadá y su regulación para uso terapéutico en Portugal ponen sobre la mesa un debate que en España no se da. Los colectivos pro regulación agradecen la intervención del líder de Podemos Pablo Iglesias en favor de la legalización, pero lamentan los argumentos escogidos. Los cuatro grandes partidos dicen ser favorables a debatir la cuestión en el Congreso, pero la comisión que debe estudiarlo lleva meses paralizada.