Un estudio australiano de 20 años de duración no ha encontrado pruebas que sugieran que el cannabis reduce el consumo ilícito de opiáceos, y puede que no sea un método eficaz a largo plazo para reducir los daños en aquellas personas con un trastorno por consumo de opiáceos o un consumo problemático de opiáceos.
La opinión pública en Australia está cada vez más a favor de los análisis de drogas, respaldada por diversas organizaciones de salud pública y médicos.
Se prohibirá el uso de ciertos ingredientes utilizados para aromatizar debido a la evidencia de que representan riesgos para la salud de los consumidores. Estos incluyen el cinamaldehído, que se usa para crear un sabor a canela, y la acetonina, que se usa para crear un sabor cremoso, pero se ha asociado con un daño pulmonar grave.
La sala de consumo no se hubiera abierto en el entorno político actual, fue la última cosa valiente que sucedió en lo que respecta a políticas de drogas. Los gobiernos de estos últimos 20 años no se han reformulado mucho en materia de drogas.
En concreto este proyecto ley propone que el límite de la posesión personal de MDMA sea de 0.5 gramos, 0,002 gramos de LSD y dos gramos de cocaína, anfetaminas, psilocibina y heroína.