La cárcel es un caldo de cultivo para la drogadicción. Muchos presos son adictos y los que no, acaban cayendo en las redes de la droga. Para evitar el círculo vicioso, la Consejería de Salud del Principado de Asturias, junto con el Consejo General del Poder Judicial, han puesto en marcha un plan para mejorar la asistencia que reciben los presos drogodependientes y orientar a su familia sobre las opciones de deshabituación.
Las fuerzas de seguridad se incautaron el pasado año de 690 cajetillas frente a las 9.953 del 2001. El consumo en España de cigarrillos procedentes del mercado negro sólo supone el 1% del total.