Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest (Estados Unidos) han demostrado que incluso cantidades modestas de alcohol pueden acelerar la atrofia cerebral, que es la pérdida de células cerebrales, y aumentar el número de placas amiloides, que son la acumulación de proteínas tóxicas en la enfermedad de Alzheimer.
El consumo de siete o más unidades de alcohol a la semana se asocia con mayores niveles de hierro en el cerebro, según un estudio realizado con casi 21.000 personas publicado en la revista de acceso abierto 'PLOS Medicine'. La acumulación de hierro en el cerebro se ha relacionado con las enfermedades de Alzheimer y Parkinson y es un posible mecanismo de deterioro cognitivo relacionado con el alcohol.
El consumo moderado de café se asocia con un menor riesgo de padecer deterioro cognitivo en individuos con alto riesgo cardiovascular, según un estudio de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y del Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV).
Los investigadores encontraron que la exposición de los ratones transgénicos al humo del tabaco aumentaba la gravedad de algunas de las anomalías en el cerebro que son típicas del alzhéimer.
Estudios epidemiológicos realizados en Estados Unidos indican que los fumadores presentan una menor incidencia en enfermedades que aquejan al sistema nervioso, tales como Alzheimer y Parkinson.