La ciencia ha mostrado que las intervenciones basadas únicamente en transmitir las consecuencias negativas del alcohol (u otras drogas) no son eficaces.
Presentar la adicción como una enfermedad cerebral crónica reduce la confianza en la posibilidad de un cambio duradero, tanto en el propio adicto como en el terapeuta, según una investigación exhaustiva examinada en el nuevo libro 'A New Approach to Addiction and Choice' (Un nuevo enfoque para la adicción y la elección).
Aunque el consumo de alcohol está normalizado, pensando que es una práctica inofensiva si se realiza con moderación, los resultados de esta investigación sugieren lo contrario