Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Rutgers (EE.UU.) junto a investigadores de la facultad de Medicina de la Universidad de Yale (EE.UU.), han descubierto que el consumo de alcohol puede incluso alterar nuestro ADN para hacernos querer tomar más.
El estudio revela que el 10% de las promociones que se realizaban alentaban al consumo de alcohol. Sobre todo aumentó entre noviembre del 2020 y marzo de 2021.
Cada vez más personas deciden ser abstemias. Es un camino complicado en una sociedad con el consumo tan normalizado y donde hay un uso muy extendido de consumo de alcohol para reducir la ansiedad, el estrés o la depresión.
Baja el consumo de todas las drogas durante la pandemia, excepto el consumo de hiponosedantes con o sin receta. Las apuestas online también aumentan entre jóvenes menores de 25 años, incluidos menores de edad.
El porcentaje de consumidores de riesgo de alcohol baja en un 10,8% durante el confinamiento por Covid-19. Los grupos con menores descensos son las mujeres y los autónomos. Mientras que las personas jóvenes entre 18 y 24 años son el grupo con la mayor reducción en consumo de riesgo de alcohol,
Llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio de forma regular, controlar el peso y evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas son algunas de las claves para evitar que el corazón pierda fuerza, según ha asegurado la Fundación Española del Corazón (FEC), con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se conmemoró este domingo.
Un reciente estudio de la Universidad de Sevilla (US) pone el foco de atención en el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo, una circunstancia que hace peligrar el correcto desarrollo del feto y, por ende, también su salud.