La ley regional de drogas, en vigor desde 1997, no ha logrado uno de sus principales objetivos: reducir el consumo de alcohol entre los jóvenes, más bien ha resultado contraproducente.
Dos grupos de investigación estadounidenses descubren que la nicotina y el etanol actúan a través de la misma región cerebral. Una clase de compuestos puede bloquear su efecto.
Investigadores italianos muestran en el "American Journal of Epidemiology" que un excesivo consumo de alcohol diario incrementa significativamente el riesgo de desarrollar cáncer hepático.