Las asociaciones alertan del peligro que para la ludopatía tiene el confinamiento y ganan su lucha por restringir los anuncios de apuestas a la madrugada
El síndrome de abstinencia provocado por la imposibilidad de comprar las sustancias puede pasar factura en las relaciones y estados de ánimo del consumidor, tanto de los que ya han generado una adicción como aquellos que la utilizan de forma recreativa.
La red de atención a las adicciones UNAD ha alertado sobre la situación de las personas con problemas de adicciones en la crisis del COVID-19, ha alertado de la falta de equipos de protección para el personal que les atiende y ha pedido establecer protocolos humanitarios que tengan en cuenta a esta población "que ya se encontraba en extrema vulnerabilidad antes de la pandemia".
Las crisis nos permiten valorar nuestra capacidad de adaptación, son oportunidades de cambio y autoconocimiento para los recursos, los equipos profesionales y también, para las personas usuarias
La falta de droga en las calles o, en caso de adicciones sin sustancia, el cierre de salones de juego, casas de apuesta y bares, convierte el aislamiento de las personas adictas en un auténtico infierno
Los estanqueros se reivindican como servicio de primera necesidad más allá de la adicción al tabaco: "Ofrecemos abonos de transporte, prensa, recargas telefónicas, envío de dinero e impresión de documentos"
La demanda de terapia on-line por problemas de ludopatía se ha duplicado durante las últimas dos semanas, coincidiendo con el confinamiento impuesto por el estado de alarma producto de la crisis sanitaria del coronavirus
"Podría ser una vía para personas que no quieran fumar o inyectar y prefieran optar por una vía alternativa, pero para aquellas personas que ya consumen es una vía de administración que no tiene mucho sentido"