El programa de deshabituación tabáquica se ha implantado con éxito en los ambulatorios de la Costa. La mayoría de los pacientes que intentan dejarlo son hombres fumadores habituales de entre 35 y 45 años.
Los profesionales de la enfermería son "pieza clave", tanto en el engranaje del proceso educativo, como en la detección de problemas de salud y en la puesta en marcha de programas estables que contribuyan a modificar conductas y hábitos de vida no saludables.
Como si le cosieran la boca a un comedor compulsivo, ése es el efecto que consigue el programa de deshabituación Nimrod en adictos a la heroína. La base del tratamiento son unos implantes que, colocados bajo la piel, liberan un fármaco que anula el efecto de la droga y, por tanto, el deseo de consumir. Por primera vez, un estudio español confirma los resultados de la terapia.