A su vez, se genera un importante sesgo de género en la toma de benzodiacepinas al ser las mujeres y personas trans* las que consumen con más frecuencia estos fármacos
En el mercado de drogas de Costa Rica, las mujeres suelen participar desde los márgenes, ocupando los eslabones más bajos y asumiendo riesgos que ponen su cuerpo en el centro de la transacción. Instrumentalizados por su capacidad de portar drogas y ser “penetrados” por el “producto de valor”, sus cuerpos sostienen transacciones y permiten la supervivencia en condiciones adversas, sin posibilidad de negociación.
Como figura trascendente en el conocimiento y divulgación del conocimiento de las sustancias psicoactivas, la libertad individual y gestión de placeres y riesgos de ellas
Lo que sucedió con el alcohol, en términos de tolerancia y de óxido, ahora está ocurriendo con la marihuana y sus pretendidas potencialidades medicinales
Es posible que todos juguemos en el mismo equipo, pero hay una gran diferencia entre quienes son buenos defensas (tratamiento) y quienes pueden jugar a medio cancha (prevención/educación).
El Yo como contenido es mucho más elaborado que el yo como proceso. Constituye el núcleo de la narrativa de la persona. Este yo da lugar a una historia.
Acontecimientos dramáticos como los recientemente sucedidos en el Estrecho de Gibraltar, y la reacción social y política que han acarreado, nos recuerdan que todavía estamos lejos de pensar, y de aplicar, una política de drogas que integre de manera satisfactoria las principales aristas sociales, políticas, económicas y humanas de este complejo fenómeno
Además, hay otros tipos de opioides sintéticos que podrían ser los que lleguen a Europa. Se trata del nitazeno, proveniente de la familia de los benzimidazoles y más potente que el fentanilo
Si el cansancio fuera a lo máximo a lo que se arriesgasen las personas que salen del “armario psicoactivo”, no sería tan grave. Pero la censura, la violencia social-laboral permanente y ubicua en la sociedad “alcohol-normativa” no va sólo de esto; es mucho más hiriente y profunda, incluso antes de llegar al artículo 368 de nuestro querido Código Penal.