En el mercado de drogas de Costa Rica, las mujeres suelen participar desde los márgenes, ocupando los eslabones más bajos y asumiendo riesgos que ponen su cuerpo en el centro de la transacción. Instrumentalizados por su capacidad de portar drogas y ser “penetrados” por el “producto de valor”, sus cuerpos sostienen transacciones y permiten la supervivencia en condiciones adversas, sin posibilidad de negociación.
A su vez, se genera un importante sesgo de género en la toma de benzodiacepinas al ser las mujeres y personas trans* las que consumen con más frecuencia estos fármacos
En el trabajo docente nunca faltan sorpresas, agradables unas, preocupantes otras. Y una de ellas, agridulce para mí, es la problemática de los estudiantes...
Fundación Espada de DavidCentro de Tratamiento Ambulatorio
Nota: Sigue la página introductoria de las Normas adoptadas por la Fundación Espada de David,...