En el mercado de drogas de Costa Rica, las mujeres suelen participar desde los márgenes, ocupando los eslabones más bajos y asumiendo riesgos que ponen su cuerpo en el centro de la transacción. Instrumentalizados por su capacidad de portar drogas y ser “penetrados” por el “producto de valor”, sus cuerpos sostienen transacciones y permiten la supervivencia en condiciones adversas, sin posibilidad de negociación.
A su vez, se genera un importante sesgo de género en la toma de benzodiacepinas al ser las mujeres y personas trans* las que consumen con más frecuencia estos fármacos
Casi todos los accidentes sanitarios están motivados por las mezclas de drogas, particularmente y de las más peligrosas mezclar drogas con alcohol, paradójico ¿no?,...
La adolescencia no es una lotería, y cuando los porros aparecen, todo aquel trabajo que se haya hecho anteriormente, determinará si esos consumos tienen...