Las autoridades de Pekín pondrán en la calle a más de 60.000 inspectores para vigilar que nadie fume en lugares públicos y explicar a la gente, de cara a la próxima Olimpíada, lo dañina que es la adicción al tabaco, declaró el jueves Xun Xianli, portavoz de la Municipalidad pekinesa.
China procura crear la imagen de una Olimpíada «verde» y «libre de humo», por lo cual la propaganda contra el tabaquismo hace hincapié no sólo en el daño que este hábito implica para la salud sino también en la necesidad de preservar el medio ambiente.
La prohibición de fumar en lugares públicos entrará en vigor en Pekín a partir del próximo 1 de mayo y se extenderá a hospitales, centros docentes, red de transporte, teatros, museos e instalaciones deportivas. Los restaurantes, bares y Cafés Internet no entran de momento en esta lista.
Los inspectores antitabaco, según Xianli, serán representantes de diversas instituciones, empresas comerciales, ONG y otras estructuras. «Su objetivo clave es convencer a la gente que fuma de que deje de hacerlo, así como concienciar a la población acerca del daño del tabaquismo», dijo.
China es el país donde más de fuma: aquí hay 350 millones de fumadores, o el 26% de la población total. Entre los varones, la penetración del tabaquismo llega al 70%. Según las estadísticas oficiales, un millón de chinos mueren anualmente a causa de diversas enfermedades provocadas por la adicción a la nicotina, a lo cual hay que sumar otras 100.000 víctimas del tabaquismo pasivo.
