El 51,8% de los estudiantes de 14 a 18 años en España dicen haber bebido en el último mes, frente al 68% que lo hacían en el 2015. Sólo uno de cada cuatro ha probado el tabaco, cuando hace una década eran cuatro de cada diez. Y el 21% reconoce haber fumado cannabis alguna vez frente al 29% de hace diez años. Hace treinta años que se realiza la Encuesta sobre el uso de drogas en la enseñanza secundaria (Estudes) y nunca se había constatado una bajada del interés por el alcohol, el tabaco y las drogas entre los adolescentes como en la actualidad.
El ministerio de Sanidad habla de «mínimos históricos» de consumo de diferentes tipos de drogas «convencionales» entre los más jóvenes, pero los datos todavía son bastante elevadas. Los expertos consultados por el ARA señalan una combinación de factores detrás de este cambio de tendencia, destacando tres: las diferentes formas de socialización de la nueva generación, una mayor conciencia sobre la salud y el aspecto físico –alimentada por las redes sociales–, y los efectos de la pandemia, que ha evitado o aplazado la exposición de un grupo.



