Las redes sociales pueden ser una oportunidad… o un riesgo. Y hoy muchos gobiernos están reaccionando con prohibiciones que afectan directamente a niños y niñas. La preocupación es genuina y la acción necesaria, y que esté en la agenda pública y política es muy bueno, pero el camino de la prohibición no es la mejor ni para la infancia y la adolescencia ni para la sociedad. Solo manteniéndolos fuera, únicamente vamos a generar una falsa sensación de seguridad para las personas adultas, nos estaremos poniendo una venda en los ojos. Estaremos dando una patada hacia adelante.
Pero proteger no es solo bloquear: es garantizar que el entorno digital respete sus derechos, su bienestar y su participación. Proteger significa garantizar que el entorno digital respete sus derechos, su bienestar y su participación. Ahora necesitamos poner a los niños, niñas y adolescentes en el centro de las decisiones que afectan a su relación con las tecnologías, no solo para protegerlos, sino también para asegurar que sus derechos sean respetados en estos espacios, escuchando su voz y contando con su participación activa.



