En México la política nacional de drogas ha mostrado avances significativos en el último sexenio, pero aún enfrenta desafíos importantes. El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 introdujo un cambio de paradigma en el combate a las drogas, marcando un posible giro hacia una perspectiva menos punitiva. En el ámbito judicial y legislativo, se han dado pasos hacia la regulación del cannabis para uso adulto, la liberación de la naloxona para atender sobredosis por opioides y el fortalecimiento de un nuevo modelo de salud mental y adicciones. Este artículo ofrece un balance sobre los avances alcanzados, los retos persistentes y las oportunidades futuras de la próxima transición gubernamental.
Avances: entre aciertos y obstáculos
El inicio del sexenio trajo consigo la promesa de una reestructuración en la política de drogas, alejándose del enfoque punitivo y explorando un modelo de justicia transicional para traer paz a nuestro país. Este cambio reconoció el impacto negativo de la guerra contra las drogas y sus consecuencias para la población y el territorio nacional. Durante este periodo, se crearon espacios de diálogo con diversos actores sociales, marcando un hecho histórico en el diseño de la nueva política de drogas.