Los móviles forman parte inseparable de la vida adolescente: nueve de cada diez jóvenes de 12 a 18 años tiene un smartphone y pasa varias horas al día conectado. Por eso, cada vez más países se plantean qué hacer con ellos en la escuela. Y, en paralelo, cada vez hay más evidencias científicas de las consecuencias de dejar los móviles fuera de los centros escolares.
El curso pasado, Países Bajos prohibió el uso de móviles en las aulas a partir de enero de 2024. Francia ya había prohibido los móviles en los centros educativos hace años, y el curso pasado, Portugal también prohibió los móviles en los colegios. Y en España, comunidades autónomas como Castilla-La Mancha o Galicia también han dado pasos similares. Otras como la Comunidad de Madrid han optado por regular el uso de las pantallas cero en los colegios.