No se asuste si al poco de dejar de fumar comienza con un resfriado o presenta llagas en su boca, usted no es el único, hay más ex-fumadores que tras quitarse de este hábito pueden sufrir síntomas parecidos. Parece ser que prepararse psicológicamente ante estos posibles episodios adversos es la opción más eficaz para reducir el impacto del abandono del tabaco.
La aparición de úlceras en la boca podría explicarse por una pérdida del efecto antibacteriano que produce el tabaco y el aumento de los síntomas catarrales podría estar relacionado con una depresión del sistema inmunológico a corto plazo, según comentan los autores de un estudio publicado por el «British Medical Journals Tobacco Control».
Ciento setenta y cuatro personas fueron evaluadas durante la primera, segunda y sexta semana tras haber dejado de fumar. Los investigadores observaron que después de una o dos semanas de abstinencia estos sujetos eran más propensos a tener síntomas catarrales, como dolor de garganta, tos y estornudos. Durante los primeros siete días sin fumar un tercio de los participantes evaluados presentaron tres o más síntomas.
Otro hecho que detectaron en la primera quincena de abstinencia fue la mayor presencia de úlceras bucales en los exfumadores. No obstante, parece que no hay que asustarse mucho pues todos estos síntomas habían desaparecido a las seis semanas.
Los investigadores del Departamento de Psicología, del Hospital Médico Universitario del St. George, comentan que aunque no comprenden por completo el impacto de estos síntomas en la tasa de reincidencia, podría ser que estuvieran relacionados con que las personas vuelvan a fumar.
«Este es el primer estudio que ofrece una clara evidencia de un incremento de resfriados y úlceras bucales tras el abandono del tabaco», comenta el Dr. Michael Usser y añade que «estar preparado psicológicamente ante estos efectos puede reducir su impacto al intentar dejar de fumar».
A pesar de la aparición de estos síntomas, todas las personas que quieran abandonar el tabaco deberían tener en cuenta la importancia de la preparación psicológica, la desaparición de los síntomas a las seis semanas y todos los efectos beneficiosos que se consiguen al dejar esta adicción.
