A tres años de la reforma a la Ley General de Salud que prohíbe los internamientos y tratamientos forzados o involuntarios para la atención de la salud mental y adicciones, su implementación no se ha materializado en la práctica. La organización Documenta señala que su prohibición no ha sido suficiente, ya que el internamiento involuntario no solo persiste, sino que el número de personas afectadas se ha incrementado.
De acuerdo con el informe “A tres años de la reforma en salud mental y adicciones, ¿qué ha pasado con su implementación?”, los hospitales psiquiátricos continúan operando como espacios de encierro y abandono, donde hay personas que llevan más de dos décadas internadas sin una ruta clara de egreso ni un plan individualizado de atención.



