Los hijos de madres que fumaron en la gestación y aquellos expuestos al plomo durante su niñez tienen más riesgo de sufrir déficit de atención. Según una investigación estadounidense, de la que se hacen eco distintos diarios del país, un tercio de los casos se relaciona con la exposición a estas toxinas.
Los autores del trabajo, que se publica en ‘Environmental Health Perspectives’, analizaron los datos de cerca de 4.000 jóvenes de EEUU, que habían participado en una encuesta nacional de salud entre 1999 y 2002. De todos ellos, 135 participantes estaban siendo tratados del síndrome por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, sus siglas en inglés).
«Es un estudio que cuantifica el número de casos de ADHD que pueden atribuirse a exposiciones ambientales de gran importancia», ha señalado Leo Trasande, director asistente del Centro de Salud Infantil y Medio Ambiente de la Escuela de Medicina Monte Sinai (EEUU), en declaraciones recogidas por ‘The Wall Street Journal’.
Según los resultados del trabajo, el hecho de fumar durante el embarazo aumentó dos veces y medio el riesgo de que el niño desarrollara ADHD, en comparación con los hijos de madres que no consumieron tabaco en la gestación.
Niveles de plomo en sangre
La cantidad de plomo en la sangre de los niños también tuvo relación con la probabilidad de padecer el citado trastorno de atención. El ensayo muestra que los que presentaron niveles de plomo mayores de dos microgramos por decilitro fueron cuatro veces más propensos a presentar ADHD. Este dato se obtuvo al compararlos con los niños que presentaban menos de 0,8 microgramos de plomo por decilitro.
En EEUU, como destaca el diario norteamericano, se considera aceptable la presencia de hasta 10 microgramos por decilitro. «Incluso los niveles de plomo que el gobierno considera aceptables parece que incrementan el riesgo de que un niño sufra el síndrome por déficit de atención con hiperactividad.
«Los hallazgos de nuestro trabajo […] subrayan la necesidad de reforzar los esfuerzos de salud pública para reducir la exposición prenatal al humo del tabaco y al plomo en la niñez», ha afirmado Joe Braun, uno de los autores del trabajo e investigador de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee (EEUU).
