Este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el Departamento de Prevención de Fundación Salud y Comunidad reivindicamos la autodefensa feminista, en un sentido amplio, como estrategia clave para hacer frente a los discursos neomachistas y a la reacción patriarcal en un contexto de avance en derechos para las mujeres y personas LGBTIQA+. Los proyectos que conforman la línea Drogas&Género y otros afines que integran el Departamento (Proyecto Malva, En Plenas Facultades, Observatorio Noctámbul@s, Lasdrogas.info, Connecta i Actua + otras iniciativas de investigación y prevención) queremos manifestar lo siguiente:
En la segunda década de este siglo, el movimiento feminista se revela como imparable: las huelgas feministas —especialmente la de 2018, multitudinaria a nivel global—, el #NiUnaMenos de Argentina en 2015, el #YoSíTeCreo de las Mujeres de Guatemala en 2016 o el #MeToo acuñado en 2006 para politizar las violencias sexuales que sufren mujeres racializadas en comunidades marginalizadas y viralizado en 2017 para denunciar las violencias sistémicas en la industria cinematográfica de Hollywood son solo algunos ejemplos de las movilizaciones para romper el silencio frente a las opresiones patriarcales. En nuestro ámbito, el de las drogas y adicciones, la perspectiva de género se va asentando cada vez más y más para concebirla como imprescindible, rigurosa y justa, tanto en la investigación como en la prevención y atención en problemáticas asociadas al uso de sustancias.
Frente a estos logros, emerge un discurso antagonista conocido como neomachismo: una ideología organizada que hace una interpretación distorsionada del feminismo para difundir bulos y mitos que ponen en duda consensos y derechos conquistados y que representan un retroceso en materia de género. Bulos como el de la proliferación de denuncias falsas de violencias machistas (que suponen solo el 0,01% del total, según la Fiscalía General del Estado), el del feminismo como propuesta ideológica de desigualdad injusta para los hombres o como un movimiento que “ha ido demasiado lejos”, promovidos especialmente -aunque no solo- por las extremas derechas, circulan en el imaginario colectivo para desactivar las reivindicaciones de las mujeres. Asimismo, la promoción de la vuelta a los roles tradicionales y desigualitarios de género o el negacionismo frente a las violencias sexuales son propuestas políticas desalentadoras que atentan contra derechos humanos que parecían bien asentados.
Ante estos discursos y prácticas asociadas, hoy, 25N, reivindicamos la autodefensa feminista como corpus teórico – práctico desarrollado ampliamente en los últimos siglos para hacer frente al pacto de silencio que se nos impone para mantener el orden sexo-género hegemónico y perpetuar la impunidad de las violencias.
Hoy, 25 de noviembre, y todos los días: ¡desmontemos mitos, hagamos frente al machismo en todas sus formas y erradiquemos juntas las violencias machistas!



