Desde Casa Pueblo advierten: “Mientras el consumo aumenta en los sectores más vulnerables, el gobierno recorta los espacios donde muchos chicos y chicas encuentran refugio, acompañamiento y una salida posible”. Agregaron además que estas casas reciben “a pibes y pibas que buscan construir una alternativa de vida digna, reconociendo su consumo como problemático”, y que en contexto de crisis social, “el consumo de diferentes sustancias y las recaídas van en aumento. Ante esta situación el Estado, en lugar de fortalecer esas herramientas, les da la espalda con la motosierra del ajuste”.
Las organizaciones denuncian que lo que el gobierno llama ajuste no es otra cosa que abandono planificado. El Ejecutivo nacional anunció el cierre de 50 dispositivos comunitarios de acompañamiento en problemáticas de consumo y salud mental en todo el país , dejando a cientos de familias y jóvenes de barrios vulnerables sin espacios de escucha y contención.