En contra de todo lo que se había dicho durante 25 años de investigación, un reciente estudio indica que el alcohol aumenta hasta cuatro veces los niveles de testosterona, la denominada hormona sexual masculina. Los resultados de este trabajo realizado en ratones podrían permitir explicar los comportamientos violentos y agresivos asociados al abuso de etanol.
Los investigadores han encontrado que existe una relación directa entre la administración de alcohol y la producción de testosterona en el cerebro. Esta hormona se sintetiza en mayor cantidad en el organismo masculino, pero también está presente en el femenino y está asociada a la agresividad y al deseo sexual. De modo que los autores del trabajo sugieren que estos hallazgos permitirán explicar las reacciones violentas y de agresión sexual de algunos individuos tras ingerir etanol.
Tras inyectar alcohol en las cavidades abdominales de dos grupos de ratas. Los animales de uno de los grupos no podían producir testosterona. Los investigadores observaron que la concentración de la hormona masculina cerebral se había multiplicado por cuatro y por tres la cantidad en sangre sólo en los animales que sintetizaban testosterona.
Los expertos consideran que, aunque algunos estudios hayan demostrado que el consumo crónico de altas dosis de alcohol inhibe o suprime las funciones reproductivas, estos resultados indican que dependiendo de las dosis y las características particulares de cada individuo el efecto puede ser el inverso. Lo que explicaría los diferentes comportamientos ante el etanol.
Los investigadores de este área señalan que se debería determinar si las dosis bajas de alcohol, que producen una rápida intoxicación, pueden incrementar también los niveles de testosterona y es importante establecer el papel de la tolerancia al etanol.
El estudio ha sido publicado en el último número de «Alcoholism: Clinical & Experimental Research».
