La Universidad de Newcastle ha realizado un estudio en el que han participado adolescentes de un colegio universitario, para demostrar los efectos del consumo de alcohol sobre la memoria.
Los investigadores han comparado, mediante el empleo de específicos tests que evalúan la memoria, los resultados de 45 adolescentes con un consumo de alcohol elevado, con los resultados obtenidos por un grupo control formado por 63 adolescentes abstemios o que consumían alcohol ocasionalmente. Los adolescentes se sometieron a entrevistas primarias para determinar la presencia de alteraciones conductuales o psiquiátricas.
El estudio demostró que los adolescentes que consumían cantidades excesivas de alcohol (aproximadamente 14 cervezas semanales para las mujeres y 21 para los hombres) tenían problemas relacionados con la memoria y eran incapaces de recordar determinados actos del pasado reciente, del presente y del futuro inmediato. Este efecto debe unirse a la larga lista de efectos secundarios adversos neurológicos asociados al consumo de alcohol durante la adolescencia.
En el momento actual, se desconoce si existe diferencia en la tolerancia al alcohol entre las distintas culturas, o en los adolescentes que sólo consumen grandes cantidades de alcohol durante el fin de semana.
Además, la edad a la que comienza la adicción al alcohol es fundamental para determinar el riesgo de convertirse en alcohólicos. De hecho, los estudios han demostrado que jóvenes que consumen alcohol a los 14 años son más propensos a ser alcohólicos que cuando comienzan a los 21 años. Es recomendable el desarrollo de programas de información para jóvenes sobre los efectos adversos del alcohol para evitar sus graves consecuencias.
