El 41% de los españoles de entre 15 y 24 años cree que se debería regular el consumo del cannabis como ya se hace con el alcohol o el tabaco, idea que también cuenta con un importante respaldo entre los jóvenes checos, holandeses y británicos, según el Eurobarómetro.
El sondeo, efectuado el pasado mayo a partir de entrevistas a unos 12.000 personas de toda la UE, pasa revista a la actitud de los jóvenes frente a las drogas. Entre otras conclusiones, pone de relieve la diferenciación que los jóvenes hacen de dos grupos de drogas: la heroína, la cocaína y el éxtasis, considerada por la mayoría como sustancias «de alto riesgo» (así lo cree entre el 81 y el 96% de los encuestados) y el cannabis, que sólo para el 41% supone un grave peligro.
A la pregunta de si el cannabis debería seguir estando prohibido o por el contrario comenzar a ser regulado, el 67% cree que tendría que continuar vetado, mientras que el 31% opina que habría que aplicarle una normativa específica.
Los jóvenes que más defienden la legalización son los de la República Checa (53%), Holanda (52%), España (41%) y el Reino Unido (40%), mientras que los más partidarios de que siga su prohibición son los rumanos (91%), suecos (89%) y chipriotas (84%).
En España, el 58% de los jóvenes cree que el cannabis debe seguir estando prohibido.
Sobre el acceso a esa droga, el lugar donde resulta más fácil, a tenor de las respuestas, es España (85% de los encuestados indicaron que sería sencillo conseguirlo), seguida de la República Checa (83%) y Dinamarca (73%).
En el extremo opuesto se encuentran Chipre y Finlandia (el 38% considera fácil poder comprarlo) y Suecia (42%)
Por otra parte, la mayoría de los jóvenes cree que la heroína, la cocaína y el éxtasis deben seguir estando prohibidos (con porcentajes del 97%, 95% y 94%, respectivamente).
En cuanto al modo de combatir el consumo de drogas, el 63% es partidario de la adopción de medidas contra los traficantes, mientras que el 47% aboga por el recurso a las campañas de información y prevención y el 33% hace referencia al tratamiento y rehabilitación de las víctimas.
Sólo un 23% es partidario de la aplicación de medidas «duras» contra los consumidores de drogas, algo que en Estonia, Letonia, Hungría y Holanda los jóvenes consideran más efectivo que el tratamiento y la rehabilitación.
