Fumar durante el embarazo aumenta las posibilidades de producir efectos dañinos en el feto como el labio leporino, según un informe apoyado por el Instituto Nacional de Odontología y de investigación Craneofacial (NIDCR) y el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos.
Aproximadamente un cuarto de los bebés europeos y el 60 por ciento de los bebes asiáticos carecen de la doble copia de un gen que matiza los efectos del humo del tabaco, según los datos publicados en la revista «American Journal of Human Genetics» en su número de enero.
El artículo muestra que las mujeres que fuman 15 cigarrillos o más al día, tienen un 20 por ciento de posibilidades más que las no fumadoras de que el feto desarrolle la malformación del labio leporino. A escala mundial, se calcula que 12 millones de mujeres fuman durante el embarazo.
En opinión del investigador de la Universidad de Iowa y autor de la investigación Jeff Murray «una forma de disuadir a la madre del hábito de fumar sería realizando un estudio de las posibilidades del feto de tener este defecto» (ya que el feto hereda los genes tanto del padre, como de la madre).
En Estados Unidos aproximadamente 750 bebés nacen con esta malformación, que es corregible tras varias cirugías, aunque según el estudio, las familias sufren graves trastornos psíquicos y económicos durante el proceso, además de que los niños requieren de determinados servicios añadidos como logopedia y un complejo cuidado dental.
En la búsqueda de respuestas el grupo de investigación de Murray y científicos daneses pusieron en marcha un estudio a nivel internacional. Un total de 5.000 muestras de ADN fueron analizadas y 1.244 niños que padecieron esta malformación fueron examinados entre los dos continentes. Los datos obtenidos marcan el camino a seguir para futuros estudios que pretendan contribuir al estudio de la cadena especifica molecular de acontecimientos que conducen al labio leporino, información que es vital para entender y algún día prevenir este proceso, según manifestó Murray.
