La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, Tlaleng Mofokeng, celebra la aprobación de una directiva del Servicio de Policía de Sudáfrica que pone fin a la confiscación innecesaria de jeringas y agujas.
«Este desarrollo respalda las recomendaciones que he formulado anteriormente en mis informes sobre políticas de reducción de daños, que incluyen los programas de agujas y jeringas como un componente esencial del derecho a la salud y del derecho a beneficiarse del progreso científico y sus aplicaciones», afirma Mofokeng.
La experta de la ONU alentó a todos los Estados a abstenerse de aplicar prácticas policiales que obstaculicen el derecho a la salud, entre ellas la incautación o destrucción de equipos de inyección y la persecución de los servicios sanitarios y de reducción de daños: «Si bien este es un avance positivo en Sudáfrica, quiero subrayar la importancia de comprometerse plenamente con las normas y estándares internacionales de derechos humanos, los enfoques de reducción de daños y la aplicación práctica del enfoque del derecho a la salud, garantizando que los servicios sean disponibles, aceptables, accesibles y de calidad».
Además, Mofokeng recuerda que los gobiernos deben promover leyes y políticas sobre drogas centradas en la dignidad humana, la salud pública y los derechos humanos, y que dichas políticas deben basarse en la mejor evidencia científica disponible y estar libres de conflictos de interés.
Es por ello que la relatora insta a los Estados Miembros de la ONU a actuar con rapidez para poner fin a la criminalización, la estigmatización y la discriminación, ya que estos factores constituyen barreras estructurales que impiden el acceso a los servicios y dificultan la creación de relaciones terapéuticas, lo que conduce a peores resultados en materia de salud.
«Es esencial garantizar que las personas no teman consecuencias legales cuando acceden a los servicios», subraya Mofokeng. Y pide a todos los Estados integrar las estrategias de reducción de daños dentro de la cobertura sanitaria universal, con el objetivo de mejorar la salud pública y contribuir a resultados más positivos a nivel mundial.



