Cero alcohol durante el embarazo es la recomendación que reiteran los expertos, tras señalar que su consumo durante la gestación causa trastornos de comportamiento y problemas en el desarrollo de uno por cada mil recién nacidos.
La advertencia proviene del doctor José Guardia, vicepresidente de la organización Sociodrogalcohol, psiquiatra y miembro de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de San Pablo, en Barcelona, España.
Según explicó este experto en declaraciones a Europa Press, se calcula que aproximadamente uno de cada cien recién nacidos podrían presentar el síndrome de alcoholismo fetal (SAF), la alteración más grave como consecuencia del consumo de alcohol durante el embarazo.
El científico fue explícito al señalar que cada vez se habla más del llamado «espectro» del síndrome alcohólico fetal, una afectación debida a la exposición prenatal del alcohol.
Esta sintomatología -dijo- se manifestaría con síntomas sutiles, pero podría ser diez veces más frecuente que el síntoma más grave del problema, de manera que pudiera afectar casi a uno de cada cien nacidos.
«Esta prevalencia sería una cifra equivalente a la de otros trastornos mentales graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar», señaló Guardia.
En cuanto a las consecuencias, explicó que tanto los niños que tienen SAF como la afectación más leve, pueden presentar alteraciones en el comportamiento, en la capacidad de concentración, de aprendizaje y adaptación a la escuela, parecida a la que pueden tener los niños que tienen trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
En este sentido, indicó que ambos trastornos pueden confundirse, y advirtió que a medida que se acercan a la adolescencia, los problemas tienden a agravarse y devenir en otros trastornos psiquiátricos, entre los que se encuentra el abuso de alcohol y drogas.
Son personas, alertó el psiquiatra, que además tienen dificultades en el razonamiento abstracto, problemas en las relaciones sociales, son impulsivos, por lo que se pueden ver involucrados en actos delictivos.
