Las drogas suelen convertir muchas vidas humanas en un laberinto sin salida, una realidad que se vuelve aún más dramática si cabe en el caso de los menores enganchados. Según los últimos datos publicados por la Consejería de Igualdad y Bienestar Social , el número de cordobeses con menos de 18 años que han entrado en tratamiento por consumir estupefacientes ha crecido un 51,5% en un solo año.
De esta manera, a finales de 2007 había 100 menores que estaban recibiendo ayuda para salir de este infierno, frente a los 66 que había 12 meses antes.
Dentro del conjunto de Andalucía, Córdoba tiene el negativo honor de ser la provincia de la Comunidad Autónoma con un mayor número de chicos en tratamiento por esta cuestión. Así, uno de cada cinco
menores andaluces que están recibiendo ayuda para dejar de ser drogadictos viven en Córdoba.
Los expertos lo tienen claro al encontrar razones para esta situación. Fuentes de Proyecto Hombre en Córdoba culpan al botellón y a la “escasa educación en valores” que reciben los menores en los colegios actualmente. “Está extendida en la sociedad la idea de que hay que probarlo todo sin tener en cuenta las consecuencias”, resaltan desde este colectivo.
La situación no parece mucho mejor en cuanto al cómputo global de personas en tratamiento por tomar drogas. El citado informe de la Junta revela que en 2007 se ayudó a 829 cordobeses a dejar de estar enganchados a sustancias ilegales, un 43,4% más que en el año anterior, cuando fueron 578.
Fuentes de Proyecto Hombre informan de que, aunque la mayoría de los casos son por consumo de cocaína, “de un tiempo a esta parte estamos observando un repunte en la adicción a la heroína”.
Éxito si se termina el programa
El éxito de este tipo de tratamientos depende en gran medida de que se finalice todo el proceso. Desde Proyecto Hombre se indica que el 85% de los que terminan el programa no recaen.
Sin embargo, sólo la mitad consigue llegar hasta el final del tratamiento, cuya duración oscila entre uno y dos años.
