La pantalla brilla en la oscuridad de la habitación. A un lado, el casino online despliega luces y sonidos que invitan a jugar. En el otro, el chat nunca se detiene: «¿Cómo ha ido tu día? ¿Qué tal está tu hija?», pregunta un moderador. Para muchos jugadores, es la primera voz amable que leen en horas, días o semanas. No es un amigo ni un psicólogo, sino un trabajador pagado para mantenerlos conectados apostando. Esta nueva estrategia de muchos portales de apuestas busca, mediante los chats entre usuarios y moderadores, generar familiaridad y sensación de comunidad para que los jugadores regresen día tras día, atrapados entre la conversación y el juego.
Alejandro (nombre ficticio para preservar el anonimato), trabaja como moderador en Tombola.es, una de las empresas que sigue esta dinámica de crear familiaridad con los jugadores. «Se genera una manipulación emocional en personas bastante vulnerables. Acaba en el chat un montón de gente que está sola o muy triste y que claramente tiene problemas con el juego», explica a Público.