Los decomisos son uno de los indicadores que permiten determinar la evolución del consumo de una droga. Y ayer, en Barcelona, el Cuerpo Nacional de Policía anunció la incautación del mayor alijo de heroína de los últimos cinco años. En total, cerca de 18 kilos procedentes de Afganistán y que, vía Irán, Holanda y Portugal, iban a ser distribuidos en el mercado catalán.
Fuentes policiales destacan que esa incautación «pone de manifiesto el regreso de la heroína, una droga que por sus efectos depresores suele expandirse en épocas de crisis». «Así fue en los 80 y así está siendo ahora de nuevo», añaden estas fuentes.
Personal de oenegés de atención a drogodependientes confirman que desde hace tiempo «se ven indicios preocupantes». «Hace unos años no veía a chicos de 16 o 17 años tomando heroína. Ahora, sí. Aunque ya no se la pinchan. Ahora, la heroína se consume fumada», explica el coordinador de una narcosala.
La droga aprehendida fue decomisada a un ciudadano portugués de 52 años que acababa de bajar del tren en la estación de Sants procedente de Portbou. El detenido llevaba la heroína en una maleta negra en 34 paquetes de plástico del mismo color con alrededor de medio kilo de opiáceo cada uno.
DE TURQUÍA A HOLANDA / Tras su detención, la policía tiró del hilo hasta desmantelar la organización de narcotraficantes, cuyo cabecilla organizaba sus actividades desde Madrid. En total, han sido detenidas 10 personas de una red que traía la droga de Afganistán a través de Irán, Irak y Turquía, donde se sintetizaba y se trasladaba a Bélgica y Holanda, países donde se almacenaba.
