Un cigarro contiene más de 3.500 sustancias tóxicas para la salud como, por ejemplo, monóxido de carbono, acetona, naftalina, disolventes, amoniaco, un veneno «tan potente» como el arsénico, insecticida DDT, plomo o cadmio, según ha informado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Además, contiene elementos radioactivos como polonio 210 y hasta 40 sustancias cancerígenas como por ejemplo, el alquitrán que al quemar se descompone en hidrocarburos policíclicos.
Por ello, los expertos de SEPAR han recordado a los fumadores que dejar el tabaco es la decisión «más saludable» que cualquier persona puede tomar en cualquier momento de su vida, entre otros motivos porque su consumo disminuye considerablemente la supervivencia.