Este documento constituye una guía para la defensa técnica de mujeres criminalizadas por delitos menores de drogas, con un enfoque específico en la perspectiva de género. A través de estas recomendaciones, se busca mejorar la efectividad de las defensas públicas, promover alternativas al encarcelamiento y asegurar que las decisiones judiciales se ajusten a los estándares de derechos humanos con una mirada crítica sobre los estereotipos de género.
La defensa debe articular estrategias que reconozcan la situación de vulnerabilidad de las mujeres y aseguren una justicia más equitativa y efectiva. La propuesta no contiene normas imperativas, sino de directrices que pueden ser adaptadas y contextualizadas según el marco normativo de cada país. El objetivo es garantizar una defensa técnica efectiva que promueva y proteja los derechos humanos, fortalezca el debate contradictorio en los procesos judiciales y promueva la
justicia con perspectiva de género.
La defensa penal con enfoque de género se fundamenta en la necesidad de abordar las desigualdades estructurales y las asimetrías basadas en el sexo, la expresión de género y la orientación sexual que afectan a las mujeres criminalizadas. Esto implica reconocer que muchas de estas mujeres no solo enfrentan la criminalización, sino que son, a su vez, víctimas de distintas formas de violencia de género. El enfoque de género es una obligación reforzada para las defensorías públicas, y debe aplicarse de manera proactiva desde los momentos iniciales del caso hasta la culminación del proceso y, si es necesario, hasta la ejecución de la pena.