La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ha presentado...
Un efecto no deseado de la legalización del cannabis recreativo fue una expansión de las actividades de la industria que pueden comprometer la salud pública, incluida la promoción de políticas destinadas a aumentar el consumo de cannabis.
La investigación ha concluido que los encuestados con algún diagnóstico han respondido haber aumentado su consumo de alcohol y han empezado a consumir a horas más tempranas del día.
En palabras de las autoras del documento: “La guerra contra las drogas ha funcionado más eficazmente como sistema de control racial que como mecanismo de lucha contra el uso y tráfico de estupefacientes”.
Una investigación ha querido analizar si ha habido cambios de comportamiento, frente las drogas, en personas que han utilizado las tiras reactivas de fentanilo.
El 62 % de la población que había consumido uno de los dos productos o los dos, consideran que estos dispositivos tienen menos riesgo para la salud que los cigarrillos convencionales.
Uno de cada cinco tweets que habla sobre la hipótesis de la nicotina también lo extrapola a un beneficio potencial de fumar o vapear para COVID-19. Y que los perfiles identificados como pro-vapeo a partir de sus biografías de Twitter pese a representar el 7 % de los perfiles eran responsables del 20 % de las publicaciones al respecto.
El estduió halló que el consumo de cannabis se asocia con un mayor riesgo de experimentar síntomas psicóticos y desarrollar psicosis similares a la esquizofrenia y que las probabilidades aumentan exponencialmente con el inicio prematuro del consumo
Las salas de consumo supervisado (SCS) son instalaciones donde las personas que usan drogas (PUD) pueden consumir dichas drogas en condiciones seguras e higiénicas. Existen SCS en Europa, Canadá y Australia y se han relacionado con mejoras en la salud de PUD, reduciendo la frecuencia de sobredosis y muerte por sobredosis.
Supervisado en hospitales para personas que usan drogas, está siendo un éxito para reducir los riesgos asociados al consumo de drogas en los hospitales. Pero aún queda un largo camino para considerar los hospitales con Servicio de Consumo Supervisado espacios seguros para el consumo.